Este domingo el
Albacete Balompié juega a las
17 horas en el
Carlos Belmonte contra el
Nástic de Tarragona. Estos dos equipos apenas han coincidido en Liga. El
Alba-Nástic solo se ha dado 3 veces:
1-0 en la temporada
2001-2002 (Gol de la victoria del Alba del gran
Basti),
1-4 en la temporada
2005-2006, en un partido de infausto recuerdo para los aficionados que vimos aquel encuentro, y
0-0 el año pasado, en la vuelta de
Ferrando,
Calle o
Mingo a nuestro estadio.
Pero el Albacete se cruzó en otra ocasión con el Nástic (entonces el
Gimnástico de Tarragona, por una orden ministerial franquista que eliminaba todos los vocablos "extranjeros"). Fue en la
Copa del Generalísimo de la Temporada
1948-1949, año en el que el Albacete logró una de sus primeras hazañas deportivas, el ascenso por primera vez en su historia a
Segunda División. También tuvo tiempo el equipo manchego de hacer un gran papel en la Copa, que vamos a desglosar a continuación.
Hay que tener en cuenta que en esa temporada el Albacete Balompié cumplía su octavo año de vida, era un equipo muy joven, pero que ya había protagonizado alguna que otra gesta Copera, en concreto en la
Temporada 43-44, en la que llegó a
cuarta ronda (los modernos dieciseisavos), en los que cayó contra el
RCD Córdoba.
Juan Costa, con la camiseta del Valencia antes de la Guerra CivilTambién disputó en la temporada
46-47 una
Fase de Ascenso a Segunda División (llamada entonces
Fase de Campeones), que acabó en escándalo de ámbito nacional al descubrirse que el encuentro disputado en
León por el Albacete contra la
Cultural fue amañado.
Con estos antecedentes, el Albacete empezaba su andadura en la
Copa del Rey en los últimos días de
diciembre de 1948. Primero cayó el
Cieza, en el
Campo del Parque por
3-1, y en la siguiente ronda el Albacete vencía al
Almería a domicilio por
1-2. Eran dos rivales de parecido nivel al conjunto manchego, por lo que los triunfos se podían prever.
Se iniciaba el año (
2 de Enero de 1949) con un partido más dificil, y de gran rivalidad, ante el
Murcia de
Segunda División, pero que había militado en la División de Honor muchos años, en su antiguo estadio de La Condomina. El favoritismo murcianista era patente, pero el Albacete en un partido pleno de raza, acometividad y plena ligazón (según las crónicas de la época) venció en terreno "enemigo" por 2-3. Los goles para el Murcia de
Sornichero y
Arechavaleta no pudieron contrarrestar los goles para el Albacete de
Salvador,
Juan Costa y
Luis Belló.
Juan Costa, con su característico pañuelo en la cabeza, y Valentín Fernández.
Esperaba el
Alcoyano, ya de Primera División, en el
Campo de los Mártires. El
15 de Marzo de 1949 saltaban al campo bajo la dirección del colegiado
Celestino Rodríguez los siguientes hombres:
Albacete: Augusto; Nicanor, Martínez; Fernandito, Morales, Montoya, Costa, Lolín, Belló, Martínez y Porro.
Alcoyano: Martín, Pitarch, Germán, Botana, Cano, Blinches, Ilstruch, Cerdán, Venancio, Navarro y Ara.
Hubo intercambio inicial de banderines, por ser la primera visita alcoyana a Albacete. Pero solo fue un acto de cortesía inicial, luego el Albacete de Tercera dominó completamente el juego. Marcó un gol a los
cinco minutos de juego la gran estrella del equipo,
Juan Costa (figura y goleador del Valencia años atrás). En la segunda parte, el poderoso Alcoyano intentó no caer derrotado pero nunca pudo con el modesto Albacete, y el encuentro finalizó con 1-0.
Así se alineaba aquel día el Albacete Balompié: De pie: Augusto, Nicanor, Fernandito, Sánchez (portero suplemte), Morales, Lolín y Costa.
Agachados: Martínez, Porro, Belló, Igual y Montoya.
La alegría se instaló en los aficionados que acudieron al campo y en la gente de Albacete, ya fueran aficionados al fútbol o no. Como tantas otras veces, el fútbol fue el vehículo para que la gente olvidara por unas horas la miseria de un Albacete que, como el resto de España, acababa de salir de una terrible Guerra Civil que aún se dejaba sentir, en forma de hambre, calamidades, represión, cartillas de racionamiento...
Tocaba en octavos de final otro Primera División, el
Tarragona. La ida se jugaba en terreno tarraconense, el
domingo 21 de Abril de 1949. Arbitrando
Alvarez Corriols, y con poco público en las gradas, así formaron los equipos:
Tarragona: Dauder (sustituido por Soro, por lesión), Cobo, Taltavull, Corona, Ruiz, Perdomo, Alsúa, Gallardo, Martín, Vázquez y Bravo.
Albacete: Augusto, Sáez, Nicanor, Martínez, Morales, Igual, Sapiña, Valentín, Roca, Belló y Porro.
Comenzaba el partido, y el
Gimnástico de Tarragona daba su estado habitual en Liga, es decir, mediocre, pese a marcar a los
11 minutos por medio de
Martín. Mientras tanto el Albacete se mantenía bien plantado e incluso contragolpeaba con peligro, y empataba por medio de
José Mercader "Porro" a los
44 minutos de la primera parte. En la jugada se lesionó el portero tarraconense
Dauder, que fue sustituido.
En el segundo tiempo siguió la tónica del primero, el Albacete aguantaba un empate más que beneficioso para resolver la eliminatoria en casa y así poder recibir a uno de los grandes del fútbol español en el campo de los Mártires. Pero como tantas veces pasa, en este fútbol y el actual, la calidad del poderoso se impuso.
Bravo y
Gallardo marcaban para el Tarragona en dos minutos,
69 y
70,
Martín marcaba en el
84 y
Gallardo justo antes de pitar el colegiado. Un
5-1 muy abultado y a todas luces injusto.
Pero quedaba el partido de vuelta, y pese a la diferencia de calidad entre los equipos, y el abultado marcador de la ida, aquel
miércoles 24 de Abril de 1949 (día absolutamente inhabitual entonces para el fútbol, no como ahora que hay fútbol todos los días casi) el público se movilizó en el campo de los Mártires y los jugadores confiaban en superar al poderoso a base de empuje. En un terreno de juego encharcado por la lluvia caída la noche anterior y con arbitraje del
Sr. Ruiz Laurín, así formaban el titular del campo y el visitante:
Albacete: Sánchez, Nicanor, Martínez, Valentín, Igual, Morales, Sapiña, Costa, Roca, Belló y Porro.
Tarragona: Soro, Cobo, Taltavull, Rojo, Perdomo, Balmaña, Alsúa, Gallardo, Martín, Vázquez y Bravo.
Comenzaba el partido, y desde el primer segundo el Albacete se comió literalmente al Tarragona, no solo por empuje sino también por juego. La fuerte presión local la contrarrestaba el equipo catalán con marrullería, pérdidas de tiempo y pelotazos (a que el fútbol no ha cambiado tanto?), hasta el primer gol del Albacete, obrado por un cabezazo de
Belló en el minuto
31.En el segundo tiempo, sigue la misma tónica, y a los
55 minutos el árbitro incomprensiblemente anula un gol a
Juan Costa. Después el incansable equipo manchego, marcaba por medio de
Sapiña en dos ocasiones, a los
62 minutos en un formidable tiro, y a los
70 minutos. El Tarragona se hundía en el encharcado terreno del campo de los Mártires, y solo sabía echar balones fuera, ante un público entregado con los suyos. Hubo multitud de ocasiones para el Albacete, pero el partido acabó
3-0.
Una acción de un partido en el Campo del ParqueLe había faltado un solo gol al Albacete para completar la gesta, y llegar a cuartos de final de la Copa. Ahí se hubiera enfrentado nada menos que al Atlético de Bilbao de los Zarra, Panizo, Gaínza... Pero la ilusión de la gente, el reconocimiento nacional de ese grupo de obreros que llegaron tan lejos, y el recuerdo de los más veteranos quedó ahí para la posteridad. Además después vino lo mejor, se coronó la temporada con el ascenso a Segunda. Albacete estaba en el mapa futbolístico, y no sería la última vez...