miércoles, 15 de octubre de 2008

En Jumilla llegó el escándalo (1967)

Hoy viajamos en el tiempo hasta la temporada 1966-67. El Albacete, otro año más, y ya iban muchos se encontraba en Tercera División, con los rivales de siempre: Eldense, Orihuela, Imperial, Cieza…. Decimos que ya iban muchos porque la afición albaceteña empezaba a hartarse de la misma categoría y los mismos rivales. Y es que el Albacete había saboreado las mieles de la Segunda División cuatro años atrás, en la temporada 1961-62, pero de manera fugaz y con un dolorosísimo e incomprensible descenso que ya trataremos en otro artículo aparte, pues así lo merece.

Tras este descenso vinieron varias promociones frustradas: el Albacete tenía grandes jugadores, un gran estadio recién construido, siempre arrasaba en su grupo, pero luego le tocaba un rival complicado y caía en la promoción. Así, en la temporada 63-64 le pilló un Sabadell lleno de grandísimos jugadores (Sertucha, Periquín...) que estaba solo de paso por la tercera división, y cayó con claridad en ambos encuentros (0-1 en el Estadio y 3-0 en la Cruz Alta), y en la 64-65 el Calvo Sotelo de Andorra, lleno de exjugadores del Zaragoza, y en teoría débil rival, pero que ganó en el Carlos Belmonte 1-2 y supo aguantar en la localidad aragonesa el 0-0 inicial.

Pues con estos antecedentes, el Albacete intentaba su enésimo asalto a la división de plata. El equipo que ese año entrenaba Sebastián Romero Gallardo, y que tenía grandes jugadores como Jerónimo, Nieto, Landete, Camarasa, Bibián… había cogido una buena racha de resultados, andaba segundo a la caza del Eldense, con el que mantenía una gran pugna para clasificarse como campeón de grupo, goleando en el Carlos Belmonte al Novelda y al Águilas (4-1 y 4-0) y ganando en el siempre difícil derby a La Roda (1-2).

Esta preciosa foto con el Carlos Belmonte hasta la bandera, y firmada por los jugadores, corresponde al partido de vuelta de la fase de ascenso de aquella temporada 1966-67 (28 de Mayo de 1967) Albacete-Ponferradina. De izquierda a derecha: Landete, Julio, Alonso, Camarasa, Estanislao, Pradas, Bibian, Jerónimo, Sebas y el entrenador Romero Gallardo. Agachados: Asenjo, Nieto, Muñoz, Mateo, Martínez y Pedro Camacho (portero suplente) (Pulsa para ver más grande)

Y viajaba el equipo albacetense a una difícil plaza, Jumilla, el domingo 5 de Marzo de 1967. En el Campo de la Asunción, el guardameta del equipo jumillano,un tal Miguel Barrera Jodra, de nombre deportivo Barrera II se convertiría en el auténtico protagonista del encuentro.

El partido transcurría con normalidad, el Albacete marcaba un gol, en un disparo flojísimo y fácil en el que el portero claramente pudo hacer más, pero no levantó muchas sospechas. La traca final llegó con el segundo gol manchego, en uno de tantos pases largos que no encontró rematador, iba a los dominios del arquero, pero este, ante el estupor general, chutó el balón contra su portería marcando gol.

Los aficionados jumillanos, lógicamente, ya vieron claramente algo muy extraño, y comenzaron a increpar, lanzar objetos, etc… al famoso Barrera II. Toda la furia bien conocida entre otros muchos, por tantos y tantos jugadores del Albacete que se jugaban el pan y a veces la vida en los terroríficos campos murcianos, contra un solo hombre. El meta se marchó como pudo del campo acompañado de las fuerzas del orden y su puesto fue ocupado por un defensa. El partido acabó 1-2 para el Albacete, que se colocó líder de la clasificación.

Después del partido, más sorpresas. Barrera II es “invitado” a prestar declaración a la autoridad policial, y declara que había sido sobornado por dos emisarios del Albacete para que se dejase marcar dos goles que sirvieran al equipo manchego para ganar. El soborno, siempre según el portero del Jumilla, accedió a 12.000 pesetas de la época, buen botín, desde luego. Afirmó que fueron dos personas de entre 28 y 35 años pero que no recordaba nada de ellas. Sainetesco todo.

El supuesto flagrante caso de amaño provoca la apertura de una investigación por parte de la Federación Murciana, y fue motivo de tertulias, columnas de opinión y de espacios en la prensa de toda España. Esta columna de opinión salió publicada en el diario Eco de Canarias:

No tardó demasiado en hacer pública el Albacete una nota oficial, que extractamos aquí porque no tiene desperdicio:

Diario de Lérida, 9 de Marzo de 1967

La Federación Murciana llamó a declarar a Barrera II la semana siguiente de lo sucedido, pero el implicado no acudió amparándose en los deberes con la patria que estaba realizando, y no lo hizo hasta el 20 de Marzo del mismo mes. Y el arquero sorprendentemente se desdijo de lo sucedido, diciendo que no le había sobornado nadie, y que su segundo gol se lo marcó producto de los nervios, pues observaba desde la portería un altercado entre su hermano y un espectador y al no estar pendiente del balón disparó hacia ningún lugar, entrando casualmente en la portería.

Una explicación novelesca semejante a cuando le tenemos que explicar a nuestro padre en nuestra primera borrachera porque hemos vomitado en la escalera tras salir de fiesta, pero que le valió a la Federación Murciana y a la Española para hacer tabla rasa sobre el asunto, no inhabilitar al portero, ni sancionar al Albacete, protagonista indirecto (o directo, nunca lo sabremos) de este extraño caso.

Lo cierto es que el Albacete acabó cayendo ante la Ponferradina en la fase de subcampeones de Tercera División (3-0 en el Bierzo y 3-1 para el Albacete en el Carlos Belmonte). Del tal Barrera II… nunca más se supo.

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