jueves, 9 de octubre de 2008

El gérmen de un éxito. Pretemporada 1989-90 (2ª parte)

La pretemporada se realizó en Albacete, y se programaron multitud de amistosos, en pueblos de la provincia, y otros en la Comunidad Valenciana como contraprestación por el traspaso de jugadores. El primer amistoso (y primer partido con Floro en el banquillo) se disputó el domingo 30 de Julio de 1989, en rédito por el traspaso de Sanchiz, contra el Saguntino, venciendo por 0-1. Esto decía el diario La Verdad en sus páginas deportivas al día siguiente (pulsa para ampliar):


Después, se sucedieron los amistosos, con muchos experimentos por parte de Floro, por ejemplo, el equipo, en su segundo amistoso, concertó dos amistosos el mismo día, en Silla, por el traspaso del juvenil Javi, y ante el Burriana, por la venta del meta Rodri. Floro mezcló, por tanto, a jugadores del primer equipo con los del Atlético Albacete, aunque en el once que igualó a dos en Burriana incluyó un equipo mucho mas titular a priori que el que ganó 0-3 en Silla, compuesto por futbolistas del filial y gente que empezaba a ver comprometido su futuro en el club, como Quesada o Cifo.

Se seguía enlazando amistoso tras amistoso, el conjunto entrenado por Benito Floro goleaba la semana siguiente al débil Tobarra (recién ascendido a Preferente) por 0-10 y al día siguiente ganó 1-3 en Madrigueras, en encuentro disputado con motivo del estreno del alumbrado artificial en el vetusto campo de “San Jorge

La curiosidad del partido tuvo lugar cuando el público presente e incluso el colegiado observaron con estupor como el conjunto de la capital se alineaba con solo 10 jugadores en el segundo tiempo. Luego el visionario técnico tuvo que explicar que no había sido una falta de respeto hacia el rival, sino que tenía el propósito de ir ensayando la eventualidad de quedarse con 10 hombres.

Antonio batía a Oliver en un Albacete-Olímpico de dos temporadas atrás. Ahora eran compañeros.

Se ganaba días después 1-2 en el campo de la Virgen de la Caridad en Villarrobledo y el Trofeo Ciudad de Almansa, tras ganar al Cieza y posteriormente al titular de la localidad por 4-5, en un vibrante partido en el que el Alba perdía 3-0 a los 55 minutos, y 4-3 en el minuto 74. El equipo ofrecía ya unas buenas prestaciones.

Después de este encuentro, como ya presagiaba el entrenador, multitud de jugadores que no contaban fueron encontrando acomodo: Marchante e Ignacio se irían al Motilla C.F de 3ª, el alicantino Quesada volvía a su tierra para enrolarse en las filas del Torrevieja C.F., y Sanchiz formaría finalmente parte del filial, aunque jugaría unos minutos avanzada la temporada en Linares.

Por su parte, el otrora exitoso extremo albaceteño Cifo se iba al Alzira entrenado por Neme, con la esperanza de volver a encontrar su mejor fútbol, ofrecido campañas atrás en el Alba.


El pequeño pero desequilibrante Manolo Cifo.

El Alba recibió en su presentación ante los aficionados al Recreativo de Huelva de Julián Rubio, sin poder pasar del empate a cero, pero dejando una grata impresión. Según la crónica de Paco Alarcón en la Verdad, el partido “tuvo nota alta en algunas fases para el trabajo ofensivo del Albacete”, y por ello “los dos mil espectadores que acudieron al Estadio despidieron al equipo con una fuerte ovación”.

Este es el primer once que compuso Floro en el Carlos Belmonte. De izquierda a derecha;

Arriba: Patri, Monfi, Antonio, Tolo, Catali y Rodri.

Abajo: Menéndez, Cabrero, Sancho, Corbalán y Parada.

El ritmo de amistosos no decrecía en la semana anterior de empezar la liga, dos victorias en la provincia de Cuenca, 0-3 ante el San José Obrero de la capital y 2-3 ante el Motilla, con numerosos conocidos en el equipo conquense, como Juan Carlos Plaza Gómez (Kubala), Gorina, e incluso el mítico José Luis Calvoecheaga, y los cedidos Ignacio y Marchante. Todos ellos eran entrenados por un técnico en el futuro muy exitoso que daba en Cuenca sus primeros pasos en los banquillos, Joaquín Caparrós.

Se disputó, en el Estadio aún un último partido amistoso antes del comienzo liguero, ante el Hércules de Alicante (también de 2ªB), en el que el equipo ganó 2-0 ofreciendo fases de gran juego y motivos de sobra para la esperanza.

Esto ocurría el 29 de Agosto, y con un balance total de 12 partidos jugados, 10 ganados y sin conocer la derrota, un esperanzado Albacete viajaba a Mérida para medirse al conjunto romano. Pero ahí ya se inicia otra página en la historia del Albacete Balompié, íntimamente relacionada con estos “bolos” de pretemporada, que no sirven normalmente para casi nada, pero que hacían presagiar una exitosa temporada 89-90.

No hay comentarios: