miércoles, 17 de diciembre de 2008

Temporada 1961-1962. Una dura experiencia en Segunda (I)

Como artículo de hoy, vamos a hablar de la temporada 1961-1962, un curso futbolístico especial para el Albacete Balompié, no en vano se trataba de su segunda experiencia en la categoría de plata. De la anterior ya hemos hablado varias veces, fue en las temporadas 49-50 y 50-51 y desembocó en una crisis que dejó al club tiritando, e incluso sin poder salir a competir en la temporada 51-52.

En esta temporada se esperaba que no se repitiera la historia,para ello la directiva intentó mantener el bloque que consiguió el ascenso ante el Badalona. Se cambió al técnico, el histórico Manuel Alfaro "Manolete" dejó su puesto a un preparador que venía avalado por buenas campañas en el Elche C.F. Miguel Bertral. Esta decisión fue bastante criticada por aficionados y prensa de la época.


Pero mas allá de mantener jugadores importantes, había que hacer un equipo de jugadores contrastados, para, cuanto menos, mantenerse en Segunda División. De todas maneras, la categoría de plata no era entonces como la conocemos actualmente, había un Grupo Norte, y otro Sur. El Albacete cayó en el Grupo Sur.

Los fichajes que se hicieron fueron: como porteros Sansón, fichado del Salamanca, y Rafa, que llegó del Deportivo de la Coruña. Para apuntalar la defensa, se fichó a Juanele del Extremadura, Liñero, que llegó procedente del Basconia, y el veterano Arnáiz, que vino del Real Murcia. Del equipo pimentonero también llegó Vílches. Los dos jugadores tenían experiencia en Primera División. También había un regreso, el de Gabriel Martínez Monroy, tras su paso por el Elche. Por último, tres delanteros fueron fichados, el húngaro Janos Beke (Cádiz), Martín del Basconia y Luna, de las categorías inferiores del Real Madrid.

El Albacete, en Las Palmas. 3-1 acabaría perdiendo.

Finalmente, del año anterior quedaron, como defensas, Manuel Salas y Julio Mateo, mediocampistas la estrella del equipo Moll, y Alfaro, y los delanteros Periquín, Eduardo, Baila y Simón. Se sumaban las dos estrellas de aquel mítico juvenil del Albacete que llegó a las últimas rondas del Campeonato de España, Manolo y Sebas.


Y se empezaba la liga, y lo hacía con un esperanzador empate a cero en Cádiz. El equipo manchego supo defenderse muy bien e incluso pudo ganar al conjunto amarillo. El primer equipo albacetense en la categoría de plata fue el siguiente:


Rafa/ Mateo, Arnáiz, Juanele/ Vílches, Alfaro/ Martín, Simón, Manolo, Moll y Baila.


Las cosas iban muy bien deportivamente, el equipo ganaba en casa en la siguiente jornada al Huelva 1-0 (gol de Manolo), se igualaba en Málaga y ante el Levante. La primera derrota llegó en la quinta jornada, en el dificilísimo campo de la Viña, ante el Hércules, pero después era el Cartagena el que caía goleado 4-1 en el Carlos Belmonte. La primera tanda de partidos se cerraba con el Albacete en una más que esperanzadora sexta posición en la tabla. No obstante, los roces entre la plantilla crecían. De todos los aficionados era conocido el excesivo ascendente que tenía Moll, otrora gran estrella del Deportivo de la Coruña, y para muchos verdadero técnico del equipo, y que dio lugar a este enfrentamiento con Monroy del que se hicieron eco los medios:



El siguiente tramo de competición caracterizaría lo que fue esa temporada para el Albacete Balompié, un Carlos Belmonte que era un fortín, y una manifiesta incapacidad fuera del Estadio. Tres derrotas ante equipos débiles, como Real Jaén (3-0), y Mestalla y San Fernando (2-0), quedaron mitigadas por tres triunfos, en el derby provincial ante el Villarrobledo, 1-0 con gol de Simón en los últimos compases, contra el débil Atlético de Ceuta 2-0 con goles del ceutí Pedreño en propia meta y Luna.

El Albacete se preparaba para sus particulares Pirineos. Nada menos que Murcia, Córdoba y Granada llegaban seguidos en Noviembre.
El derbi contra el Murcia llegaba el 5 de Noviembre de 1961, y concluyó con un injusto a todas luces empate a uno. Periquín adelantó al Albacete a los 27 minutos, tras un servicio a la banda, marcharse de varios contrarios e incluso del portero, empatando Paz a los 32 tras un error de Vílchez. El Albacete, hermano pobre, arrinconó a los ricos pimentoneros en su parcela, y solo las intervenciones del portero Ramírez y la mala suerte impidieron una goleada albaceteña, a los murcianos, que eran entonces segundos en la tabla.

Una semana después llegaba la Copa del Generalísimo, derrota sin paliativos ante el Orense 3-0, lo que importaba era la Liga (discurso secular este, desde luego)

A la semana siguiente, visitaba el Arcángel el Albacete, para medirse a un Córdoba que marchaba líder destacado. El conjunto manchego estaba dispuesto a plantar cara a los cordobeses, y vaya si lo hizo. Arrancó un punto, a pesar de marcarse Alfaro un gol en su propia portería al intentar despejar. Transurrían nueve minutos de la primera parte. Pero los hombres entrenados por Bertral no solo no se descompusieron, sino que a los 30 minutos, gozaban de un penalty a favor, que transformaba Vílchez.
En este partido si se puede decir que, además del gran orden albacetense, la fortuna que faló otras veces aquí existió, y es que el Córdoba falló nada menos que dos penas máximas.

Y como culminación de este trienio de locura, faltaba el tercero en la clasificación, el Granada, que visitó el Carlos Belmonte y se fue derrotado 2-1. Se adelantarían los de la ciudad de la Alhambra, a los 33 minutos con gol de Mesa, pero el último fichaje blanco, el leridano Oriol, marcó cinco minutos después, a pase de Moll, dando el triunfo al Albacete el defensa Juanele, a los 51 minutos en un soberbio disparo de golpe franco por la misma escuadra.


Desde luego, el Albacete había demostrado que podía medirse de tú a tú a los grandes de la categoría, y afrontaba el último mes del año 1961 justo en la mitad de la tabla, pero cerca de los puestos cabeceros.
Esta buena racha se cortó en el tradicionalmente dificil estadio de El Insular, donde se hizo un pésimo partido, cayendo 3-1. Aún así, el balance de la primera vuelta, finalizada tras este partido, era muy positivo. Después el empate a cero en el Carlos Belmonte ante el Orense confirmaba la eliminación copera. Y los puntos que se iban fuera, se recuperaban en casa, en el último partido del año, y primero de la segunda ronda, se goleó 3-0 al Cádiz, goles de Oriol, Eliseo en propia meta y Martín.
El Albacete fue ese día una apisonadora que no marcó mas goles por pura mala suerte. Y entre estos partidos se jugó el clásico amistoso para recaudar fondos para la Campaña de Navidad, contra el Real Madrid:

Breve reseña de este encuentro

Y llegó el último día de 1961, y el Albacete que se comería las uvas en Huelva, pues entonces no se paraba en fin de año la Liga, pero lo haría con final inesperado. Una impresionante tromba de agua sobre la ciudad onubense dejó el terreno de juego hecho una auténtica laguna. Aun así, el colegiado señor Martin Álvarez consideró que ahí se podía jugar al fútbol, y eso intentaron Recreativo y Albacete, fajándose enormemente, y ante un estadio casi vacío, ya que poca gente iba a poder desplazarse a presenciar el partido ante tal diluvio. Finalmente, el colegiado decidió dejar hasta el descanso, para mandar a los equipos a la caseta y suspender el partido. El resultado momentáneo era de Huelva 1 Albacete 0. Se hablaba del 28 de febrero para jugar los 45 minutos restantes, cosa que no fue aceptada por nadie, por lo que el partido estaba previsto que se reanudase al día siguiente, día de Año Nuevo pero eso es otra historia que contaremos en el segundo episodio de esta temporada.

Un año 1962 que empezaba con la plantilla del Alba comiéndose las uvas lejos de casa, en una ciudad azotada por el temporal, magullados y llenos de barro. Y encima con 45 minutos por jugar.



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