miércoles, 8 de julio de 2009

Dando con los huesos en Regional [1969-70]

Entre todas las idas y venidas, dimes y diretes, descensos, ascensos, y reestructuraciones de categorías que ha realizado la Federación Española de Fútbol, lo cierto es que el Albacete Balompié casi nunca se ha visto afectado por ellas. Incluso se ha visto beneficiado. Por ejemplo, cuando se descendió a partir del décimo clasificado de los grupos de 2ªB para hacer solo un grupo en la temporada 85-86, el Albacete tuvo la suerte de estar en 2ª división en un efímero paso del que hemos hablado muchas veces, con lo que regateó el descenso. Pero no solo eso, en la temporada siguiente, salvó el descenso a Tercera (quedó 18º) al decidir la Federación que no había descensos, al poner cuatro grupos en Segunda B.

Pero esta temporada sería diferente, Fue dura, una de las más duras en la ya de por si dificil historia de nuestro modesto club.

La década de los 60 había pasado sin pena ni gloria. Mejor dicho, con todo penas. Las únicas alegrías fueron la inaguración del Estadio en 1960, algún triunfo ante el Real Madrid en el Trofeo Feria, y un ascenso en Badalona a 2ª división en la temporada 60-61. Luego, un lamentable descenso la temporada siguiente. Y lideratos continuos en el grupo de Tercera. Y goleadas a los Callosas y Rayos Ibenses de turno. Y decepciones en las fases de ascenso. Sabadell, en la 63-64, Calvo Sotelo de Andorra, en la 65-66 y Ponferradina, al año siguiente, nos dejaron a las puertas de segunda.

Se hacían grandes equipos y grandes fichajes para recuperar la categoría perdida, y pasó lo de siempre. Que la burbuja estalló.

La despedida de estos "mágicos 60" fue muy triste. El Albacete, acostumbrado a los fáciles equipos murcianos y alicantinos, cayó en un grupo con equipazos, como Jaén, Linares, Real Granada, Hércules... más los viejos enemigos como Imperial, Orihuela o Eldense.

Pues por la crisis económica, aún mas grave que las acostumbradas penurias de nuestro Alba, se fichó poco y mal. Un portero llamado Polaco, ex-jugador del Lugo o el Castellón que es uno de los peores arqueros que se recuerdan por estas tierras, algo parecido a un Plotnikov en blanco y negro, y otros dos defensas llamados Pon y Mata. Los tres vinieron del Manacor. Se fichó también, pero del Hércules a otro portero albacetense que si hizo un buen papel en el Alba, Sánchez-Roldán, que estuvo muchas temporadas en la disciplina blanca. Aparte, se repatrió a dos jovencísimos albaceteños del Real Madrid, donde muchísimos jóvenes valores de la ciudad iban a formarse como personas y futbolistas (lo que era un orgullo para sus familiares), un chico que se retiró enseguida del fútbol para dedicarse a otras cosas llamado Ginés Meléndez, y otro chaval de 17 años al que le pesó vivir en la capital y que se volvió a su tierra, un tal Julián Rubio. Cerrarían el apartado de fichajes Molina y Juanín, uno del amateur madridista y el otro del Jaén.

Todos ellos se mezclaron con los veteranos, con los que habían visto desde la grada y eran sus ídolos, los Sebas, Sotoca, Landete, Nieto, Jerónimo, Cebrián... y la cosa no fue muy bien. El comienzo fue muy irregular, victorias en casa ante Novelda y el siempre dificil Cartagena FC, y dos duras derrotas ante Hércules e Imperial, ambas por 3-0. Fuera de casa no se puntuó hasta la séptima jornada, en Valdepeñas, 1-1 con gol de Llácer, y no se ganó hasta la decimotercera. 0-3 al Atlético Cartagena, goles de Nieto y dos de Martínez. Este partido fue disputado bajo unas infernales condiciones atmosféricas, hasta tal punto que el árbitro pitó diez minutos antes.

Se mantenía una trayectoria irregular, lo normal esos años, se ganaba casi todo en casa y se perdía fuera, donde los equipos bajaban muchos enteros, ya fuera por el ambiente negativo o por otros condicionantes. Pero valía al menos para seguir en Tercera. Hasta que llega una circular de la FEF que afirma que se van a reducir los grupos en Tercera División, por lo que descendería a Primera Regional y perdería la categoría nacional partir del 12º de cada grupo de 20.

Se torció la cosa. Ya no bastaba con hacer un papel mediocre y evitar a duras penas el descenso, sino que había que hacerlo mejor. Y con esa intención se salió en la segunda vuelta. De intenciones no vive el hombre, y llegaron cuatro derrotas seguidas para empezar la segunda vuelta, se marcha el técnico Desiderio Herreros, y llega, por séptima vez, a salvar el barco, el gran Pedro Gutiérrez Alarcón "Guti". Eso sirve para reactivar el equipo, se gana 1-0 al Valdepeñas (Nieto), 1-2 en Adra (dos goles de Martínez), y 2-0 al Benidorm (Sotoca y Cebrián), amén de un heroico empate en La Victoria ante el potentísimo Jaén (1-1, tanto del mecenas de los plátanos y gran jugador Camarasa) Espejismo. Después de aquello, en las últimas diez jornadas el equipo no supo ganar un triste partido.

Llegaron las tres últimas jornadas, y la desbandada general por motivos económicos y de bajo rendimiento de los jugadores. A toda prisa, entre los que sentían el escudo, y el juvenil que había quedado campeón de su grupo, se hizo un equipo, primero para recibir al Manchego.

El equipo que salió fue este: Landete, Lázaro, Camarasa, Mata, Monroy, Nieto, Beila, Serrano, Moreno, Agustín y Andrés. Sustituyeron Leo (que debutó ese día) a Beila y Pedro a Andrés. El partido acabó empate a uno, gol de Andrés en el minuto 27, para el Albacete, y el veterano Manchego, claro favorito, solo pudo empatar a diez minutos del final. Aún así, el equipo agradó mucho a los desencantados aficionados.

En el mismo plan, se encaró la visita a Puertollano para visitar al Atlético Calvo Sotelo, filial del equipo minero. El resultado lo dijo todo, 7-1 a favor de los vecinos manchegos. Y se cerró esta desastrosa campaña empatando a 0 en el Carlos Belmonte ante el modestísimo Iliturgi de Andújar.

Como resultado final de la temporada, el decimotercer puesto, que implicaba perder la Categoría Nacional, algo que desde la lejanísima temporada 1942-1943 no se veía, y que costaría toda la década recuperar, y seguramente el peor momento de la historia del club, con un equipo muy hundido económica y socialmente. Entonces si que no había ni con qué encender, y no en los últimos tiempos, como quieren vender algunos. Lo cierto es que si ya se trataba a la Tercera División como un pozo, la Regional se veía directamente como un submundo por debajo de todo lo conocido, y muy doloroso.

Lo único bueno fue, que salieron grandes productos, como pasa siempre en los períodos de mayor escasez. Julián Rubio debutó ante el Adra y jugó una quincena de partidos encandilando a los aficionados. Asimismo, otros importantes jugadores debutaron este año, como el histórico Leo, Andrés, Serrano o Ginés Meléndez.

1 comentario:

Manu Simón dijo...

Queremos material nuevo :D