domingo, 28 de junio de 2009

El Campo de la Federación y el Alba. Un poco de historia

Nos remontamos hasta 1981 para comenzar a hablar de la historia más representativa de este terreno de juego, muy cercano al Carlos Belmonte. A mediados de este año, el Ayuntamiento decide adecentar esos terrenos y convertirlas en un campo de fútbol con todas las de la Ley. Un campo aledaño al Estadio donde podrían jugar los equipos de base de la ciudad de Albacete.

Pero ocurrió entonces que, el Albacete Balompié, el club representativo de la ciudad, puso sus ojos en ese campo a medio hacer. El Albacete, en esa Liga 81-82, se estaba jugando la clasificación para jugar la promoción de ascenso a 2ªB en el difícil grupo XIII murciano, con los rivales de siempre; Orihuela, Cieza, Yeclano, Eldense… y decidió para la recta final del Campeonato jugar en ese campo propiedad de la Federación, que estaba casi terminado, pero no totalmente preparado para albergar espectáculos deportivos de tanta magnitud, tanto por dentro, como en el exterior.

Once del Albacete Balompié, con equipación azul, en el primer partido de Liga de aquel año, en el Morao de Caravaca, en el que venció 0-3.

Estaba claro el por qué de la decisión. El Carlos Belmonte era un estadio excelente para la categoría, quizá demasiado bueno, y con poco ambiente, y unas pistas de atletismo que hacían que tanto los colegiados como los equipos visitantes jugaran muy cómodos. Se quería hacer una especie de “bombonera”, una auténtica olla a presión con el público casi en el terreno de juego, como el resto de campos de aquella Tercera murciana. Un “infierno manchego”, que por las pacíficas características de nuestra gente, nunca se ha podido llevar a cabo del todo.

Antes de mudarse a este campo, el Albacete abandonó el Carlos Belmonte (algunos decían que para siempre) goleando 4-1 al Atlético Muleño. Marcaron Emiliano, Castanera, Verdú y Junco. Y tras ganar en el derby al Villarrobledo 0-1 (gol de Julián Rubio), el equipo se disponía a jugar contra el Cieza, uno de los equipos que estaban arriba en la tabla y que era un cualificado rival en la lucha por el título. El Albacete además tenía ánimo de revancha, pues había perdido 2-0 en la ida en el infernal campo ciezano, posiblemente el recinto donde haya jugado el equipo blanco donde los jugadores hayan temido más por su integridad.

Eso era el domingo 4 de Abril de 1982. Se produjo una solemne inauguración, con presencia de los grandes jerifaltes federativos murcianos, bendición de la curia y saque de honor del alcalde, Salvador Jiménez, incluidos. Muchos se perdieron estos fastos e incluso el inicio del partido. El campo en realidad no estaba terminado (ya se sabe, las prisas políticas en inaugurar) y se formaron grandes colas y arremolinamientos en los accesos, amén de la lluvia pre-partido que provocó un viaje turístico por los bancales y los barrizales a los aficionados. El campo estaba casi inaccesible para los ciudadanos, esto es una muestra de hasta que punto ha cambiado nuestra ciudad en tan poco tiempo.

Vista general del campo aquel día

Las fuerzas vivas, en el "palco"

Una casa comercial donaría un hermoso trofeo en los vestuarios al autor del primer gol oficial en la historia de este campo. Todas las papeletas iban al gran goleador Emiliano, que metió casi 100 goles en 3 años con el Alba, y ese año marcó 30, o Flores García que hizo esa temporada una docena de goles, o Hernán, que siempre tenía el oportunismo de aparecer cuando menos se esperaba… Pero la historia dirá que el primer gol de la historia del campo federativo lo hizo… el defensa Tolo, un hombre desde luego que no se caracterizó por su clase ni por ser un goleador, de hecho quien escribe estas líneas no tiene registrado ningún gol suyo más en partido oficial en sus temporadas en el Albacete. Luego marcó Verdú de penalti. Ese partido lo ganó el Albacete 2-0. Y dejó atado el liderato.

El gol de Tolo entrando en la portería del Cieza

Lo cierto es que este campo se fue convirtiendo en talismán, dos domingos después, triunfo 2-0 ante el Horadada, dianas de Junco y Emiliano, a falta de dos jornadas se ratificaba el liderato goleando 5-0 al colista Callosa, goles de Verdú, dos golazos impresionantes de Julián Rubio, que aquel día salió a hombros del campo, Hernán y Junco. Y en la fiesta final, en la antepenúltima jornada, otra goleada también 5-0 al Ilicitano, en una enorme fiesta con pasacalles, verbenas, banda de música, bocadillos y flores, y con festival del gran goleador Emiliano, que hizo cuatro goles, sumándose a esa fiesta con el quinto gol Hernán.

En la promoción esperaba el Aurrerá de Ondarroa de Javier Azkargorta, al que se le ganó 2-0 con doblete, quien si no, de Emiliano. En la vuelta se ratificó el pase a la final ganando 2-4 en el campo vizcaíno de Gobela.

Y en la última ronda, el Talavera C.F. El Albacete se trajo un esperanzador 2-1 del municipal del Prado, y en la vuelta, el 13 de Junio de 1982, justo el día que empezaba el Mundial de España, con una ciudad y un campo volcados, el Alba no falló, de nuevo 5-0 con tres goles de Emiliano, otro de Hernán y el último de Castanera. Y se ascendió a 2ªB con el campo federativo como escenario de fondo, y como talismán. Tres partidos se goleó 5-0 y otros tres se ganaron 2-0, total, 21 goles a favor, y el mítico Pepe Villalba que no vio perforada su portería en ninguna ocasión.

Después, el Albacete Balompié, pese a todo esto, nunca jamás volvería a jugar un partido oficial en este campo, la Federación Española, en 2ª y 2ªB, no permitía que en un terreno de estas características, se celebrara un acontecimiento deportivo de categorías tan altas. Y más disponiendo de un campo totalmente acondicionado y donde cabía mucho público, como el Carlos Belmonte. El presidente, Guillermo García Moreno, solicitó en muchas ocasiones que se jugaran allí, encuentros tan importantes como la debacle frente al Algeciras en la temporada siguiente, y partidos decisivos para el ascenso a 2ª en la Temporada 84-85.

En 1989 Rafael Candel compró los terrenos del campo, firmando un convenio con el Ayuntamiento para usarlo durante los 25 años posteriores. El campo ya era del Alba a todos los efectos. Se instaló iluminación artificial, e incluso albergó varios conciertos de música.

Fue entonces cuando el Campo Federativo alcanzó otro período de esplendor. El Atlético de Albacete (poco después Albacete B) comenzó a disputar los partidos allí, así como el Juvenil Nacional, Provincial, y otras categorías. Además, el primer equipo solía entrenar en este campo, para cuidar el pesado césped del Carlos Belmonte.

Este campo vivió grandes gestas de la cantera paralelas a las del Queso Mecánico, el asentamiento del Albacete B en Tercera División, al Juvenil sub-19 ganar títulos de Liga e ir eliminando equipos para ganar la Copa del Rey de 1995, y el nacimiento de grandes jugadores como Josico, Morientes, Alberto, Jesús Muñoz... incluso Andrés Iniesta hizo sus pinitos en este campo.

Después, en 1998, con la inauguración de una Ciudad Deportiva, mucho más moderna, los equipos del Albacete Balompié se mudaron allí, y el campo de la Federación (ya llamado José Copete) quedó para equipos de base de la ciudad como la E.F. Albacer, el Zona 5… actualmente es un recinto con capacidad para 3000 personas, un campo de fútbol 11 y otros dos de fútbol 7 y acceso a los otros campos anexos. Tiene césped artificial de primera generación y asientos de plástico. Y accesos magníficos, pues todo está urbanizado. Todo lo contrario que aquel recinto que vio las hazañas de los Emiliano, Rubio, Leo, los hermanos Villalba… para sacar al Albacete de una categoría a la que afortunadamente no ha vuelto.

Crónica del partido decisivo ante el Talavera de La Voz de Albacete (15/06/1982)

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